lunes, 13 de junio de 2011

The Story of us.


  Diariamente nos levantamos, algunos días tenemos la sensación de no haber dormido nada y otros, de llevar años durmiendo. Hay gente que se levanta de buen humor, los hay también que se levantan de un humor de perros, pero lo importante, es que nos hemos levantado un día más.
  Llegados a este punto hay personas que se duchan, desayunan inmediatamente y demás labores rutinarias. Pero, hay personas, que despertamos y pensamos.. ¿Que he soñado hoy? Y descubres, que al final, da igual lo que hayas soñado.


  De pequeños, nos enseñan que pidamos un deseo a las estrellas fugaces, ya que, estas, son capaces de cumplirlos . Y ahí estás tú, un par de días después , viendo otra estrella fugaz a la que pedirás otro deseo absurdo que , seguramente, no se va a cumplir.
  Nos hablan de cuentos de hadas, donde bellas princesas permanecen dormidas y flamantes caballeros, con su corcel blanco y su pulcra armadura, acuden a su rescate para besar, suavemente, sus labios. Entonces, ellas, como por arte de magia, se despiertan. Al fin y al cabo es una historia de ensueño, pero ¿Por que cuentas historias que rozan una perfección que nunca conseguiremos? No lo sé. Quizás ellos tengan la puesta, quizás, la respuesta sea que quieren infundir en nuestra mente, aún por desarrollar, que la vida puede ser perfecta, que puedes conseguir una bella princesa y que lograrás ser un perfecto caballero. Más tarde, descubrimos, que ni el caballero es tan bueno, ni la princesa tan preciosa.


  Pierden el tiempo conciencianndonos sobre mundos imaginarios, los cuales, no existen en vez de hacernos ver la verdad. Esa verdad, es que el mundo no es perfecto, que los problemas, no desaparecen con una varita mágica y que por mucho que beses a un sapo, no se convertirá en tu príncipe azul. Descubrimos, que esas princesas de las que hablábamos, pueden ser tu ligue de la noche anterior, la cual, está demasiado borracha aún como para levantarse.
  No nos enseñan a aprender de nuestros errores ni a solucionarlos. Solo, nos enseñan  a esperar que se solucionen por si solos.


  Pero aquí está la cruda realidad, tenemos que luchar por crear nuestro propio e imperfecto cuento de hadas. Donde tu princesa perfecta, solo es alguien que te quiere tal y como eres, con tus defectos, con tus virtudes, y la cual no exige como requisito, un precioso caballo blanco. Que ese hermoso castillo, puede ser una humilde casa en el campo, rodeado de vecinos simpáticos y con un perro que te reciba cuando entres a casa. Que ser tú el príncipe que una princesa esperaba, es ser tu mismo. Aprender de tus errores, caerte, tropezar,levantarte, volver a caer y seguir repitiendo el proceso aunque el cansancio llegue hasta cada fibra de tu ser. Por que quizás, en esas caídas, nos encontremos con alguien más que estaba realizando el mismo camino que nosotros y que buscaba a alguien como nosotros.
  Debemos querernos a nosotros mismos, y aprender a querer a los demás con sus fallos y sus virtudes. Con su mal humor y sus sonrisas, con su tonto sarcasmo o sus chistes malos. Ahí está el origen de nuestra felicidad.


  Yo estoy rodeado de gente que intenta que sea feliz, y lo agradezco. Ellos, me ayudan a que sea mejor persona y a que aprenda a valorar lo que tengo, y a los que me rodean.

  ¡Intentalo! Valora a los demás de la forma  que quieres que te valoren y descubrirás, que tu cuento de hadas, no es perfecto, no es mágico, pero de una forma imperfecta es el tuyo y es el único que a pesar de sus carencias y errores, conseguirá que seas feliz.


Att: Andoni